El proceso de colonización llevado a cabo por la Corona de Castilla en América representa, desde su inicio, el encuentro entre culturas diferentes y entre lenguas diferentes, representativas de formas de vida variadas. La relación lingüís tica que se establece es más compleja que la mera oposición entre castellano e indígena, puesto que hay que considerar los contactos con otras lenguas iberorrománicas e indoeuropeas. La nueva sociedad criolla que va desarrollándose en la América hispana manifiesta un acercamiento paulatino de grupos sociales distintos, en un proceso largo, aunque nunca detenido, fruto de la cristalización del complejo mundo étnico, cultural y lingüístico, que coexiste en el recién des cubierto continente. Varios serán los factores incidentes en el devenir de esta coiné cultural: la dominación sociopolítica y económica, la inmigración de determinados grupos sociales, como es el caso de los misioneros, y la migración interna. En esta situación, la lengua castellana aparecerá habitualmente como dominante.