La economía imperante vive a espaldas de los límites naturales impuestos por los recursos del planeta. Esta pérdida de contacto con la base material del proceso económico impide explicar el origen de algunos de nuestros problemas más graves y plantear alternativas viables. La economía basada en las nuevas tecnologías nos señala la necesidad de emprender con cierta urgencia una gestión ambiental comprometida con la posibilidad de dar soluciones concretas a las problemáticas del cambio climático, mediante la utilización racional intensiva de las nuevas tecnologías. La nanotecnología, en la vanguardia de las NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnologías) con su capacidad para innovar haciendo construcciones con átomos y moléculas puede dar hoy soluciones a muchas de las problemáticas actuales vinculadas con las nueve necesidades humanas primarias.